Continuando la historia de aquí
Muchas cosas han pasado desde la anterior entrada dedicada a esta piloto, un accidente le ha truncado su carrera deportiva, dejándola sin un ojo, y ha pasado ya algo de tiempo de aquello por lo que ya sabemos que esta en España recuperándose ya de sus heridas para volver pronto al mundo de las carreras...
No.. no y NO.
Este tipo de cosas, de una forma u otra, se han podido leer en casi todos los medios de nuestro país en referencia a Maria de Villota. El extraño e inesperado, a priori, accidente ha hecho correr rios de tinta, aunque ya ahora casi nadie se acuerde de ella, sobre todo rios de tinta interesada y manipulada.
Aclaremos conceptos: Mi opinión sobre Maria de Villota está aquí y me reafirmo palabra por palabra HOY. Truncar la carrera de alguien joven y con un futuro tiene su sentido, truncar la carrera de otra persona que esta más cerca de su retirada y sin ningún destino fijo, no tanto. Ella ni siquiera se la podía considerar piloto de F1 cuando ni siquiera tenía la superlicencia para poder correr. Y si la tuviera, mejor no hablemos del "nivel" que trataba de no demostrar para que no se viesen sus pobres participaciones en niveles muy inferiores del automovilismo. Mejor que cualquiera, si, pero no mucho más. Y el tiempo en que le hubiese quedado en Marussia... con enfoque publicitario puede que hubiese durado más que otros.
María, demostrando su nivel y sus ideas de bombera jubilada... (A partir del 0:35)
Pero no perdamos de vista una cosa: A una mujer (que eso da igual) por algunos errores (propios y ajenos) ha tenido un accidente grave, y sabiendo las consecuencias no podríamos calificarlo de grandísima putada. Pero no iba a ser la sucesora de Ayrton Senna, precisamente. De hecho, como dije en la anterior entrada, tiene algunas tablas delante de las cámaras, aunque ahora a saber que puede ser de esta vía de futuro. A pesar de lo que hay y vendrá sobre el tema, hay que reconocer que aunque haya sido de la manera más terrible posible, algunas cosas se han puesto en su sitio. Y no queda más que dar un #AnimoMaria
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